Tras hacer balance de este año de gobierno popular ha quedado claro que hemos sufrido un claro retroceso en la evolución de nuestra ciudad y hoy los ondenses están peor que el año pasado. Lo poco que ha hecho el Partido Popular ha sido, por un lado, destruir todo lo que pueda representar anteriores gobiernos socialistas, siguiendo una política de tierra quemada. Por otro lado, apropiarse de políticas o infraestructuras que consiguió en su día el anterior gobierno municipal o que estaban a medio finalizar. Y, finalmente, hacer oposición a la oposición, llegando a utilizar a otras instituciones para este fin.
La última del actual alcalde, Salvador Aguilella, ha sido limitar el uso de los despachos a los concejales socialistas imponiendo un horario incompatible para que éstos no puedan ejercer sus funciones de control al equipo de gobierno. ¿Por qué no solicitó estos horarios Salvador Aguilella cuando estaba en la oposición? El PP de Onda practica la política del rodillo con los Socialistas e impone aquello que cuando estaban en la oposición nunca pidieron. Esta es su forma de entender la política.
Si todos los esfuerzos utilizados por Salvador Aguilella en hacer oposición a la oposición, destruir todo lo construido o vender como propias las políticas que ya se hacían, los hubiese empleado para buscar subvenciones de otras administraciones, reclamar la deuda contraída de la Generalitat con el Ayuntamiento, presentar proyectos viables para la ciudad o mejorar las condiciones ofrecidas por otras poblaciones del entorno, Salvador Aguilella no lideraría la destrucción de empleo en la provincia con 3.453 parados.
Más allá de las promesas del actual alcalde y de su falsa transparencia, lo que quedan son los hechos. Y los hechos dicen que el equipo de gobierno ha sido incapaz de realizar una buena gestión para reactivar la economía local.
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