Y para clausurar una serie de entradas en las que he ido hablando de Europa y de sus problemas, hoy presento de un modo más desenfadado, la receta que pienso debería seguirse para poder cocinar una Europa más sabrosa:
Así, que propongo a todos los chefs (ciudadanos europeos), la siguiente receta de ensalada:
Ingredientes:
- Todos los que tengamos en la nevera (las culturas europeas).
- Opcionales: todos lo que empasten con los que tenemos o cuyo contraste sea grato para el sabor. (Los inmigrantes dispuestos a integrarse activamente).
Cantidades:
- Usar sólo lo que se vaya a consumir, hay que dejar comida para el que vaya a venir a comer mañana.
Tiempo de preparación:
- Apresúrense, hay que aprender a cocinar respetando los recursos o los agotaremos sin remedio.
Comensales:
- Todo el planeta. Invitemos al banquete a los más pobres y ayudémosles a cultivar su propia ensalada.
Preparación:
- Hágase de una forma consensuada por todos los chefs (ciudadanos) de la casa (Unión Europea) y por los invitados (los inmigrantes).
- Téngase en cuenta cómo cada sabor ha de completar los demás (interculturidad) dialogadamente.
- Si se va a hacer uso de algún producto animal sea de forma moderada y sostenible.
Modo de presentación:
- Sírvase el plato con ilusión, optimismo y con la esperanza de que haya plato para mucho tiempo.
Recomendaciones finales:
- Recíclense los restos respetando el medio ambiente.
--> Cuando mañana paseen por la tienda (el planeta), intenten cuidarla, sólo tenemos una, y mañana necesitarán volver a comprar más. Cuidemos la tienda por ustedes, por los demás, y por los que vendrán mañana.
Saludos.
Juanjo.
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